19 dic 2011

Declararon los hermanos de Mirta Graciela Manchiola, embarazada de seis meses al momento de su desaparición

El martes (20/12), en el juicio oral y público por el denominado “Circuito Camps”, los hermanos de Mirta Graciela Manchiola, secuestrada el 5 de noviembre de 1976, recordaron las circunstancias del secuestro de la joven cuando salió del domicilio de sus padres, en calle 20 nº 1589 para encontrarse con su esposo, Guillermo Enrique Otaño. Ella, que estaba embarazada de seis meses, iba caminando por la vereda de números pares, cuando un grupo de hombres fuertemente armados y vestidos de civil, la golpearon y arrastraron hasta introducirla por la fuerza en un automóvil, según dijeron los vecinos. Nunca más se supo de ellos, ni del bebé que debió nacer entre enero y febrero de 1977.
Su hermano Jorge O. Manchiola, es periodista y, en ese momento trabajaba en las secciones de policiales de los diarios El Popular y La Gaceta, razón por la cual se entrevistó con altos funcionarios policiales y militares, para preguntarles por su hermana. Por su parte, Marta Manchiola, participó junto a su madre, la abuela Catalina "Catita" Jaureguiberri de Manchiola, en la constitución de la filial platense de Abuelas de Plaza de Mayo.
En la causa por los campos de concentración que comandó el entonces general y jefe de la Policía Bonaerense Ramón Camps, están imputados 26 represores en perjuicio de 281 víctimas de delitos de lesa humanidad, entre ellas once mujeres embarazadas, tres niños nacidos en cautiverio y cuatro chicos secuestrados junto a sus padres.
Vinculamos la nota sobre las declaraciones de los hermanos Manchiola, publicada en el portal Diagonales, por el periodista Pablo Roesler: "La búsqueda de una embarazada y los dichos de los jefes policiales"

6 dic 2011

Testimonios sobre mujeres embarazadas, secuestradas, detenidas y desaparecidas, en el juicio por Circuito Camps

Los imputados
En el juicio que se lleva adelante en La Plata, se escucharon testimonios que hacen mención a mujeres que estando embarazadas, fueron víctimas de torturas en los centros clandestinos de detención que funcionaron, durante la última dictadura, bajo la órbita del entonces General Ramón Camps.
Consultado al respecto por la querella de Abuelas, el imputado Miguel Osvaldo Etchecolatz, relató el “caso notorio” de un nacimiento en Brigada de Investigaciones: “una prisionera tuvo familia (…) y creo que después se comunicaba con su familia a la provincia, creo que después vino un familiar y se llevo a la criatura”, dijo y no brindó más datos sobre la mujer a la que se estaba refiriendo, ni sobre posibles instrucciones con respecto al destino de los niños/as nacidos durante el cautiverio de sus madres. 
En otras audiencias, los testimonios de quienes estuvieron secuestrado/as en los centros clandestinos, y de  los familiares que los buscaban, fueron elocuentes. Rosaria Isabella Valenzi contó que su hermana, Silvia Mabel, cursaba el cuarto mes de embarazo cuando fue secuestrada, el 22 de diciembre de 1976, en La Plata. “La primera noticia fue que había tenido una nena en el hospital de Quilmes (...) Mi mamá fue a los diez días de haber recibido el anónimo-contó-”. Luego tras detallar el encuentro de su madre con los médicos del hospital, pidió que se los llamara a declarar. Su hermana y la niña que dio a luz, aún permanecen desaparecidas.
Días después, las hermanas Ana María y Blanca Azucena Barragán, relataron las condiciones de su detención en los centros clandestinos que funcionaron en la Comisaría Quinta y en Arana, donde compartieron cautiverio con otras mujeres. Ana María no recordaba el nombre de todas ellas, pero sí, y muy especialmente a Mirta Manchiola: “estaba terriblemente golpeada, parece que no escucho el bebé, le faltaría poco por el tamaño de su vientre (…) intentábamos consolarla, pero era imposible (…) fusilaron al marido delante de ella”. Mirta, fue secuestrada el 05 de noviembre de 1976 en la vía pública, 20 días después le rescindieron su contrato en el Ministerio de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires, por abandono del cargo. Ella, su hijo/a, y su compañero, Guillermo Enrique Otaño, permanecen desaparecidos.